Parte de la diversión de documentar el graffiti y el arte urbano consiste en buscar y encontrar, en la sorpresa del hallazgo inesperado aunque intuido.
Aquí os dejo un pequeño rinconcito de Santiago de Compostela un recorrido de arriba abajo. En un espacio abandonado, fotogénico como el solo, contenedor de arte, protector de las eternas lluvias gallegas, acogedor en su abandono y que guarda como un cofre del tesoro paredes llenas de murales recién pintados...
En este enlace encontrareis imágenes de dicho lugar, no os impresionéis mucho¡¡¡¡¡ xD
"Después del flash inicial, las siguientes horas dedicadas a recorrer las naves, primero en solitario silencio interrumpido solo por las gotas de agua al caer, algún ladrido lejano, pájaros en el tejado y el sonido de las botas al pisar. ¿Conocen esa sensación?, la de ir solo, con la compañía de las pisadas, sintiendo cada crack y su eco en las naves inmensas y vacías, pues es adictiva. Localizando por fin las obras intuidas y marcando el lugar como fijo en cada visita, igual que otra gente va a la catedral. Más tarde a ritmo de dubstep, cortesía de los graffiteros que se acercaron a pintar ese día. A eso se llama pasarlo bien."